El Periodo de la adolescencia, es muy complicado tanto para los jóvenes como para los padres. Los adolescentes experimentan durante esta etapa de la evolución cambios internos y externos, muy difíciles de comprender y controlar tanto para los jóvenes como para los padres o adultos que convivan con ellos.

Al crecer nuestro cuerpo cambia, con lo que pueden aparecer sentimientos de vergüenza y no aceptación. Estos sentimientos aparecen en la mayoría de los casos, pues la mente debe reconocer y afrontar los cambios del cuerpo.

 


Pasamos a la etapa del desarrollo de las operaciones formales (Piaget), lo cual conlleva un pensamiento lógico inductivo y deductivo; se desarrollan sentimientos idealistas y morales más complejos.

 


Buscamos afinidad con los iguales y nuestras figuras de apego principales (madre y padre) son percibidos de manera diferente. Dejan de ser ídolos al advertir que comenten errores y tienen defectos como cualquier ser humano.

 


Es necesario recordar que todos estos cambios forman parte del proceso natural que nuestro cuerpo y mente protagonizan en la etapa adolescente, de tal manera que su presencia no tiene por qué ser un signo de la existencia de un trastorno. El problema surge cuando el/la adolescente no sabe gestionar estos pensamientos y emociones y se afianzan pautas de comportamiento que no son sanas para su desarrollo.

Es habitual que en esta etapa surjan problemas psicológicos que pueden ser graves dependiendo del trastorno que se trate, del momento de su identificación, del diagnóstico y tratamiento psicológico y la red de apoyo social que tenga el adolescente.

Los problemas mentales no se dan sólo en la edad adulta, sino que aproximadamente 1 de cada 5 niños y adolescentes sufren algún trastorno psicológico. De hecho muchos de los trastornos más habituales, como los del estado de ánimo y los de ansiedad, frecuentemente se desarrollan o empiezan a manifestarse durante la adolescencia y la juventud.

Todos ellos están causados en mayor o menor medida por una interacción entre la predisposición biológica y los efectos del ambiente, y sus síntomas tienden a asemejarse más a los de los adultos cuanto mayor es la edad del adolescente.

En la adolescencia, nos podemos encontrar una serie de trastornos más comunes, entre los que destacamos:
  • Ansiedad
  • La timidez
  • Anorexia
  • Estrés
  • Los amigos
  • Bulimia
  • Depresión
  • Agresividad
  • Obesidad
  • Trastornos del aprendizaje
  • Manías y obsesiones
Algunos consejos claves para los padres de familia se enumeran a continuación:

Sus hijos no sólo deben saber que pueden hablarle sobre cualquier tema, sino que usted debe comprometerse a abordar temas de inquietud abiertamente. Hable acerca de sus propias experiencias y temores cuando usted era adolescente. Hágales saber que no están solos y que sus ansiedades no son únicas.

 


Obtenga información acerca de los trastornos de la salud mental más comunes entre los adolescentes; hable con el pediatra de su hijo, el departamento local de salud, con su líder religioso y representantes de la escuela de su hijo acerca de la clase de información que ellos tienen disponible.

 


La adolescencia es, en efecto, un tiempo de transición y cambio, pero los cambios de conducta serios, dramáticos o abruptos pueden ser indicadores de problemas de salud mental graves.

Los adolescentes son muy conscientes y están seguros de que todo el mundo los observa, entre tanto, su cuerpo continuamente los traicionan; sin embargo la adolescencia también ofrece nuevas oportunidades que los jóvenes abandonan de diferentes maneras.

Depresión, ansiedad, estrés, fobias, complejos, neurosis, anorexia, bulimia… son todos en gran parte los factores psicológicos de los adolescentes. Debido a los cambios rápidos y profundos que sufren, y a la falta de seguridad para afrontar los problemas que se les presentan, también pueden ser objeto de estas enfermedades.