Los trastornos psicóticos, y especialmente la esquizofrenia, están caracterizados por un considerable deterioro en el funcionamiento diario (social, cognitivo y afectivo) de aquellos que lo padecen. A pesar de la eficacia de la farmacología para tratar los síntomas agudos de la enfermedad y reducir la vulnerabilidad de padecer una nueva recaída, ésta tiene un efecto limitado sobre los síntomas negativos, los problemas relacionados con el cumplimiento de la medicación y el funcionamiento psicosocial (Schaub, 2004).
Así mismo, se aprecian tendencias significativas por efecto del tratamiento en las relaciones interpersonales, que mejoran en el GT. En esta investigación no se ha demostrado (a excepción de las citadas relaciones interpersonales) un aumento de la calidad de vida evaluada con el QLS, la cual valora tanto los aspectos objetivos como subjetivos. Esto puede demostrar la falta de relación de las medidas subjetivas con las objetivas, como han señalado diversos autores (Katsching, 1997, entre otros).